donde el alma no se viste.
Te encuentro donde los duendes sí existen.
El polvo no ensucia, la sangre no se enfría
te encuentro donde el alma sigue viva.
Allá, donde el juego es cotidiano
y las reglas definidas.
El tiempo impreciso, la mente limpia.
Donde pensar es mas dificil y los demonios muy presentes.
Con la luna al revés
su magia que desborda mentes, enloquece.
Te espero al final del camino sin curvas
donde todo termina.
Nuestra luz, nuestro camino, nuestro amor...
Nosotros en Formosa.