Yo Soy. Vos?

jueves, 10 de diciembre de 2015

"Cangui"


 
Se me escapa el alma por los pies en el living de casa. Me empuja el pecho el corazón y se entrecierran los ojos para sentir mejor el sonido. Una  media sonrisa sobreviene silenciosa por golpearme contra la pata de la mesa (nadie me vio). Sigo en trance, como si mi damo me estuviera  estuviera agarrando fuerte de la espalda, sin pudor.

Del calor, casi no se puede respirar, pero la cadencia de la música da momentos exactos para renovar energías hasta el próximo  acorde. O no tan exactos, después de todo dictan las entrañas como bailarlo. Tanteandolé, como quien dice.
Más de uno de estos pasos, seguro no existen en ningún manual.

¿Serán las raíces de los guaraníes, en este rezo- danza? 

¿Será que es más fuerte lo que sabemos de la tierra, el río y los frutos de lo que creemos que conocemos?

¿Será que hay algo que es nuestro y no se nos puede quitar?

¿Será el Amor nomás?  ¿O capaz la humedad?

¿Será la nostalgia?...

Quizá, seguro un poco de todo.

Sigo bailando en el living de casa, o en el monte… ya no sé donde estoy.

martes, 25 de agosto de 2015

El verdadero Amor (cuento corto)

Había una vez una chica...
Una chica que creía en cometas y galaxias, en estrellas y duendes, en lunas de pimienta y canela.
Había una vez una chica que se hamacaba con el viento, que bailaba al caminar.

Ella habló y le hablaron del Amor, de formas y recetas. De desilusiones, de rupturas. De "la verdad", decían. De lo que "algún día se daría cuenta". De "madurar", decían.
Pasaron años entre hojas de mango y flores de lapachos y hojas de banano y hojas de eucaliptos.
Pasaron años y adolescencias, muchas adolescencias y nunca se dio cuenta. Nunca pudo ver esas recetas. Y vivió el Amor en todas sus formas, en todas las esquinas y en la vida. Y sobre todo en personas.

Había una vez una chica que podía amar inmensamente a todo. Que cada vez amaba más, y no pudo acomodarse a lo que le dijeron que pasaría.
Que amó a sus amores y sus rupturas, que amó en el futuro y en los sueños; y en el pasado y en el presente.Y que nunca pero nunca pudo olvidar.

Había una vez una chica que no se pudo desilusionar, que supo reír y llorar, y odiar, y amar, pero no se pudo desilusionar. Y nunca pero nunca pudo dejar de soñar.

Había una vez una chica que supo encontrar de niña, de grande  y de vieja el verdadero Amor. El eterno y constante, sonante y bailable Amor. Que lo supo ver en todos y en todas: en el olor a eucalipto y en las flores de lapacho, en el mar y en el río y en sus trenzas de canas plateadas que tanto anheló.

viernes, 23 de enero de 2015

¿Hace cuánto no te hamacás?


 
Con olor en la mano a herrajes viejos y con arena entre los dedos de los pies, me hamaco.

Con revoloteo de panza y emoción, me hamaco.

Con una sensación de que todo es mejor, me hamaco.

Escuchando el río y pensando en mi niñez, me hamaco.

Haciendo preguntas tontas, me hamaco.

En silencio pleno, me hamaco.

Dando gracias de ser, me hamaco.

Con vos de frente, mirando… me hamaco.

Felicidad extrema.