Hay que soltar. Dicen. Decimos. Covencidxs.
Ya lo sabemos, ¿No? Y aún así no lo "naturalizamos". No lo hacemos parte. No lo dejamos fluir.
Hay que soltar.
El término naturalizar, que deviene de natural y de hacer, vendría a significar como "hacer natural" algo.
Natural, creo yo, tiene un poco que ver con lo que fluye. Con lo que no tiene control. Y bien me apaña el diccionario: aquello relacionado con la naturaleza o producido por ella sin intervención del hombre.
¿Se puede, entonces, hacer natural algo? ¿La persona acaso, no es parte de la naturaleza naturalmente? ¿Sin intervención de sí mismx?
Naturalizar algo lo entendemos como internalizar, como hacer propio, como dejar fluir. Y quienes nos entendernos parte de la naturaleza (que es libre) nos hace en parte libres a nosotrxs; y no intervenidxs por nuestro "ser hombre dominador".
Naturalizar también, entendemos en la lucha, como algo que se le dió el lugar solemne de lo que no hay responsabilidad. De lo que es así porque sí, porque el universo así lo quiso... O un Dios (?).
Hay que soltar. Dicen. Decimos. Convencidxs.
Y "naturalizar soltar" sería hacerlo sin intervención de nuestro ser dominante. Entiendo así, que no podemos soltar por imposición. Ni por auto-imposición, por supuesto. No podemos obligarnos a soltar, porque soltar fluye como fluye el bañado La Estrella por encima de la ruta.
Entonces no "hay que" soltar porque entonces no se suelta.
Naturalicemos nuestro ser parte de la naturaleza y mismo ser interventor de la misma. Naturalicemos ser sociales ante ella y por tanto reflexivos.
Quizás así podamos ver que, en realidad, lo que hay que soltar
naturalmente, se suelta solo.
naturalmente, se suelta solo.