Yo Soy. Vos?

domingo, 21 de diciembre de 2014

Carta pá mis brujas.

Como no escribirles algo. Si son para mí una fuerza vital.
Brujas. Eso son.

Nos juntamos cual gueto, entre tambores y hechizos. Poderosas, fuertes, brutas. Nos miramos en complicidad extrema. Nos curamos de todo en carcajadas coloradas.
Como no escribirles, como no extrañarlas.


El encuentro donde somos esas mujeres que nadie quiere escuchar, que nadie quiere de novia. Que hablan demasiado, que cogen demasiado, que eructan. Mujeres que opinan, que discuten, que molestan.

Donde somos brutas, brujas, naturales.

Son para mí, liberación.

Son para mí, la excepción al mandato.

Locas, excéntricas, soñadoras.

Las amo con locura. Con la locura que construimos.


 

jueves, 13 de noviembre de 2014

Mini-relato de viajes nº1


Mi visita por la Torre Eiffel

Podría googlear que significa y quedar joya. Podría haberlo sabido antes de viajar a Francia. O podría contarles lo que sentí.

En general, te piden que leas. Que sepas algo de lo que estás yendo a ver. Una idea de ponerte en “climax” de “aprovechar la oportunidad que otros no tuvieron”, puede ser. O no.

Escribo después de cinco meses de haberla visto: LA ADORÉ.

Amé ese espacio. Amé verla real. Es grande, muy grande, es imponente, es robusta y sobretodo es HERMOSA.

Es que, simplemente se sintió como  en una película (también me pasa eso cuando camino por la calle con auriculares y me flashea un tema). Igual que cuando te gusta mucho una película o una música y no sabés que hacer con eso, hay como un conflicto hasta que te dás cuenta que lo único que realmente podés hacer es disfrutar.

Hay picnic alrededor. Mucho. Todos. Hay espacio, podés estar donde está todo el mundo o podés alejarte.

Hay muchos cuervos (como hay  palomas en buenos aires).

Hay flora y fauna de turistas y de gente de ahí. Sobre todo escolares, nenitos salidos del jardín hablando en francés, jugando en francés, peleando en francés.

Mi torre Eiffel fue de queso… cerezas, bananas y baguette.

Mi torre Eiffel fue de besos…de sol, siesta y placer.

Mi torre Eiffel fue de escalones… de arte callejero, caminata y querer.

Mi torre Eiffel fue mía.  Fue nuestra. Nuestra Luna de Miel.



miércoles, 24 de septiembre de 2014

Buenos días, su señoría.



Antes me enrojecía, me daba un calor insoportable en el pecho. La espalda tensionada de advertir lo que me vas a decir cuando pase por ahí.  Un ruego interno de "que ya pase", "decímelo, así ya pasa".Pensaba.

Ni hablar del día en que pasaste detrás mío en bicicleta y me metiste la mano debajo del vestido. Me congelé. En un día de 40 grados, me congelé parada en la vereda.

A vos, ridículo. Te digo que no te tengo miedo. Posta. A los dos oficinistas-abogados fumando que cortan la conversación para "regalarte" un silencio, a esos tres en la construcción de la esquina, al que te dice algo desde el auto caro como si fuera su propia chota de alta gama. A vos, aunque te vistas de azul, con placa, y el cinto de apriete desagradablemente la panza: te voy a mirar. Porque cuando te miro, se vá el calor. Por que mis ojos te delatan. Porque yo tengo la fuerza de pararte, de no permitir que me pongas así. Te miro y no te tengo miedo, me das asco. Y vos también te das asco.

-¡BUEN DIA SEÑOR! ¡QUE TENGA UN BUEN DIA!-

Con la cabeza en alto.


miércoles, 7 de mayo de 2014

MANUAL PARA TELEKINESIS (Cuento)


                                           
Técnicamente, para mover el objeto del lugar es necesario amarlo. No alcanza con pensar en él, mirarlo ni concentrar energías en su nombre. Es necesario adorarlo.

Para ello, por supuesto, tenés que prestarle una excesiva  atención, a veces impuesta a veces genuina. Y de ahí viene lo que yo llamo “atención genuina”.  Algo te llama tan espectacularmente que no podes evitarlo. En las personas, se cataloga como amor a primera vista.

 No importa como, el objeto debe tener tu atención. Y ahí percibís, lo brillante del papel tornasol que envuelve el adorno navideño con forma de tambor, los fideos plateados que cuelgan muy desproporcionadamente, las patas de plástico que nada tienen que ver con el diseño general, las ramas falsas pero cómicas, una estrella rebozada en brillantina que completa el objeto. Bien: te enamoraste de un árbol de navidad de unos 50 cm.

Ahora, ¿Cómo lo movés? No sé, hay que disfrutarlo un poco más. Seguir perdida en el destellar y el tornasol, entre los verdes y rosas que refleja sin tener ninguno, en el vaivén inestable que le produce el ventilador.

Qué lindo es, que azul. Qué lindo es mirarlo.

 

Se cae el árbol (un poquito mas allá de donde estaba).

 

 

martes, 28 de enero de 2014

Cartita

Como si Formosa no fuera todo lo que soy y lo que quiero. Como si no fuera obvio que quiero mi casa ahí con ladrillo visto y mangos en la entrada. Me encanta tudo eso! (cuack).
Su exagerado machismo constante que me permite romper mas las pelotas, como a mí me gusta. Como si no me gustara discutir, ja!

Hojas exageradamente grandes, medio marcianas..."marciano-tropicales" les digo yo.

Una ciudad eternamente púber.

Faroles blancos, árboles amarillos.

Yo veo muchos posibles lugares para tererear (Word, ya sé que no existe ese verbo).
Cualquier rectángulo pasto-tierra es apto. También hay cemento y me sirve. Ese cemento SÍ me sirve.




Aaaaaaa

Nunca vas a ver..

Como se tiñen de sangre los gritos, como se empañan mis pestañas
como se enoja mi mandíbula, como se entristece mi aura.

Nunca vás a ver..

Como se me cae el pelo y se me escapa el brillo
como se me seca la risa, se me apaga el llanto.

Preocupate cuando no lloro, preocupate mucho más cuando no lloro.

Cuando sea suficiente para vos... hablamos.