Una hermosa y perfecta muñeca de porcelana. Tus lágrimas resbalan sobre la piel impermeable: exenta de poros dilatados capaces de aprender, sedientos del agua salada del dolor.
Hermosa, perfecta, ahistórica, inalterable, ajena del inestable futuro.
Al rubor que te esconde y opaca las mejillas; al rimel que te pesa los párpados.
De una sonrisa tan indeleble como insìpida.
Abdomen, no vientre.
Muñeca, no Mujer.
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Te dije muchas veces que este texto se zarpa. Linda y talentosa!
ResponderEliminarEste es uno de los que más me gustó
ResponderEliminarFaby Z.